A ti hermanita mía y querida. Nuestra gran Gordita, mi hermosa MARÁNGELES CORAZÓN DE AMOR...


Todo lo que en tus pequeños y a la vez grandes 17 años nos diste y enseñaste, es poco para todo lo que me has hecho inspirar y ahora ofrecerte, a través de Ti podré ayudar a muchos que necesitan alegría en vez de tristeza, amor en vez de desamor, esperanza en vez de desesperanza, felicidad y sobre todo Espiritualidad, amor a Dios que nos llena de su Luz para un mejor mañana, y a sus hermosos, sublimes y amorosos Ángeles...

Tu nos enseñaste que el amor es el sentimiento mas grande, puro y fuerte que existe, con él podemos llegar al perdón y donde este él, significa que tendremos Amor... esa tu palabra Mágica!


Que travesía tan grande fue encontrarte porque no importa donde estés, la distancia no nos pudo separar, nos unió nuevamente el Amor... Estoy tan agradecida a Dios y a mis Ángeles, ha sido tan grande y benevolente al permitir nuestro encuentro y permitir a sus dulces Ángeles ser parte de nosotras. Ahora estamos Tu y Yo, aquí en este lugar, inspiradas en ayudar a lo que nos necesiten....., en ese plano maravilloso de Luz, amor y armonía, también hay conexión con los que estamos en la tierra, eres un Ángel enviado... ¡Te amo hermanita mía....., por siempre!!!


Ali.

jueves, 24 de enero de 2013

LA SINCERIDAD. . .

campo de tulipanes

La sinceridad no es algo que debemos esperar

de los demás, es un valor que debemos vivir

para tener amigos, para ser dignos de confianza.

Para ser sinceros debemos procurar decir

siempre la verdad, esto parece muy sencillo,

pero muchas veces cuesta más de lo que se cree.

Se utilizan las `’mentiras piadosas” para ocultar

cualquier cosa que para nosotros es una tontería,

pero que en realidad a la persona que mientes

haces daño, y esta pequeña mentira que,

en un principio no es nada, se va haciendo

más y más grande hasta que la verdad

se acaba sabiendo y sorprendiendo

a quien mientes.

La sinceridad no sólo se ve en las palabras,

sino que también se demuestra por medio

de nuestras actitudes. Cuando se aparenta

lo que no somos –en la edad, trabajo, amistad–

se tiende a aparentar lo que no se es

–más joven, inteligente, educados–.

Si se descubre la gran mentira que nos han

hecho creer se nos viene a la memoria el refrán:

`’Dime de que presumes… y te diré de que careces”

y entonces se produce una gran desilusión,

ya que se pierden las esperanzas

de lo que la persona no es en realidad.

También indicar que `’decir” siempre la verdad

con palabras es una parte de la sinceridad,

pero también hay que `’actuar” acorde con la verdad.

Para ser sincero se necesita tener mucho `’tacto”

y esto significa que cuando debemos decirle

a una persona la verdad de lo que pensamos

y esta verdad la incomoda debemos utilizar

las palabras, las expresiones correctas ya que

el primer propósito es `’ayudar” a esa persona,

y esto es necesario para que la persona escuché

y vea que lo que se la dice va con buenas intenciones

y sin ánimo de ofenderla.

La sinceridad también requiere valor ya que a la hora

de decir la verdad, a un amigo o a una amiga por ejemplo,

el no decirla no se puede justificar con no decirlo

para no perder una buena amistad, o por el concepto

que se tiene de la persona.

La persona sincera siempre dice la verdad,

en todo momento, aunque le cueste, sin temor

al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras

mentimos es más vergonzoso aún.

Al ser sinceros aseguramos nuestras amistades,

somos más honestos con los demás y a la vez

con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas

dignas de confianza por la autenticidad que hay

en nuestra forma de comportarnos y nuestras palabras.

A medida que nos vamos haciendo más mayores,

la sinceridad debe ir en aumento y debe convertirse

en un elemento básico para vivir nuestra vida

con auténtica plenitud y sinceridad.

 

Por: Soy Espiritual

No hay comentarios:

Publicar un comentario