A ti hermanita mía y querida. Nuestra gran Gordita, mi hermosa MARÁNGELES CORAZÓN DE AMOR...


Todo lo que en tus pequeños y a la vez grandes 17 años nos diste y enseñaste, es poco para todo lo que me has hecho inspirar y ahora ofrecerte, a través de Ti podré ayudar a muchos que necesitan alegría en vez de tristeza, amor en vez de desamor, esperanza en vez de desesperanza, felicidad y sobre todo Espiritualidad, amor a Dios que nos llena de su Luz para un mejor mañana, y a sus hermosos, sublimes y amorosos Ángeles...

Tu nos enseñaste que el amor es el sentimiento mas grande, puro y fuerte que existe, con él podemos llegar al perdón y donde este él, significa que tendremos Amor... esa tu palabra Mágica!


Que travesía tan grande fue encontrarte porque no importa donde estés, la distancia no nos pudo separar, nos unió nuevamente el Amor... Estoy tan agradecida a Dios y a mis Ángeles, ha sido tan grande y benevolente al permitir nuestro encuentro y permitir a sus dulces Ángeles ser parte de nosotras. Ahora estamos Tu y Yo, aquí en este lugar, inspiradas en ayudar a lo que nos necesiten....., en ese plano maravilloso de Luz, amor y armonía, también hay conexión con los que estamos en la tierra, eres un Ángel enviado... ¡Te amo hermanita mía....., por siempre!!!


Ali.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Arcángeles San Miguel - San Gabriel - San Rafael (29 septiembre)

CONJURACION A LOS SANTOS ANGELES

                                              

¡Dios Todopoderoso y Eterno, Uno en Tres Personas! Antes de conjurar a los Santos Ángeles, tus servidores y de llamarlos en nuestro socorro, nos postramos delante de Ti y Te adoramos, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Bendito y alabado seas por toda la eternidad! Que todos los Ángeles y los hombres que has creado te adoren, te amen y te sirvan, ¡Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal!
¡Y Tú, María, Reina de los ángeles, medianera de todas las gracias, todopoderosa en tu oración, recibe bondadosamente la oración que les dirigimos a tus servidores, y hazla llegar hasta el Trono del Altísimo para que obtengamos gracia, salvación y auxilio! AMEN.
¡Ángeles grandes y Santos, Dios os envía para protegernos y ayudarnos!
Os conjuramos, en el nombre de Dios Uno en Tres Personas,
¡Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,
¡Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos, en el nombre todopoderoso de Jesús,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por todas las heridas de Nuestro Señor Jesucristo,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por todas las torturas de Nuestro Señor Jesucristo,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por la santa palabra de Dios,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por el Corazón de Nuestro Señor Jesucristo,
Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre del amor de Dios por nosotros tan pobres,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre de la fidelidad de Dios para con nosotros tan pobres,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre de la misericordia de Dios para con nosotros tan pobres,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre de María Reina del Cielo y de la tierra,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre de María vuestra Reina y Soberana,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos en nombre de María, Madre de Dios y Madre nuestra,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por vuestra propia felicidad,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por vuestra propia fidelidad,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos por vuestra fuerza combativa por el Reino de Dios,
¡Volad en nuestro socorro! Os conjuramos, cubridnos con vuestro escudo!
¡Os conjuramos, protegednos con vuestra espada!
¡Os conjuramos, iluminadnos con vuestra luz!
¡Os conjuramos, abrigadnos bajo el manto de María!
¡Os conjuramos, encerradnos en el Corazón de María!
¡Os conjuramos, depositadnos en las manos de María!
¡Os conjuramos, mostradnos el camino hacia la puerta de la vida: el Corazón abierto de Nuestro Señor!
¡Os conjuramos, conducidnos seguros hacia la casa del Padre Celestial!
Todos los Coros de los Espíritus bienaventurados, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la vida, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la fuerza de la palabra de Dios, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles de la caridad, ¡Volad en nuestro socorro!
Ángeles que Dios nos atribuye especialmente, como compañeros, ¡Volad en nuestro socorro!
Volad en nuestro socorro, os conjuramos!
Porque hemos recibido en herencia la Sangre de Nuestro Señor y Rey.
Volad en nuestro socorro, os conjuramos!
Porque hemos recibido en herencia el Corazón de Nuestro Señor y Rey.
Volad en nuestro socorro, os conjuramos!
Porque hemos recibido en herencia el Corazón Inmaculado de María la Virgen Purísima y vuestra Reina.
Volad en nuestro socorro, os conjuramos!

San Miguel Arcángel
TÚ eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder para aniquilar por medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te conjuramos, suscita en nosotros la auténtica humildad del corazón, la fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el sufrimiento y las necesidades, ¡ayúdanos a subsistir delante del tribunal de Dios!

San Gabriel Arcángel
Tu eres el Ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos del Corazón amante de Nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te conjuramos, para que comprendamos correctamente la palabra de Dios y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros. ¡Haznos vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando llegue!

San Rafael Arcángel
Tú eres el mensajero del amor de Dios! Te conjuramos, hiere nuestro corazón con un amor ardiente por Dios y no dejes que esta herida se cierre jamás, para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria y venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.

Oración Final

¡Ayudadnos hermanos grandes y santos, servidores como nosotros delante de Dios! ¡Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados! Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo! ¡Desatad la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, para dispensarnos de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio yo sin incomodarnos y con conmiseración!
Clavad en nuestro corazón el aguijón de la santa inquietud de Dios, para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor!
¡Buscad en nosotros la Sangre de Nuestro Señor que se derramó por nosotros! ¡Buscad en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra causa! ¡Buscad en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor!
¡Ayudadnos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo! ¡Ayudadnos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente; ayudadnos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna!

AMEN


Durante la novena que es un asalto que dura nueve días, conjuramos a los Santos Ángeles por la mañana y durante el día los invocamos con frecuencia de esta manera: San Miguel, lucha a nuestro lado con tus Ángeles, ayudanos y ruega por nosotros! San Rafael, lucha a nuestro lado con tus Ángeles, ayudanos y ruega por nosotros! San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus Ángeles, ayudanos y ruega por nosotros!


Por: Tienda Tu Ángel

Arcángeles San Miguel - San Gabriel - San Rafael (29 septiembre)

Feliz día de los Ángeles!

                                          

Algo que me llego....

REFLEXION

Los grandes arcángeles de Dios testimonian para nosotros la fidelidad y la pasión y celo con que los hijos de Dios han de alabar a su Creador. Ellos, lejos de ser seres desconocidos y “mitológicos” representan los mejores compañeros de viaje, los mejores sanadores del corazón, los mejores defensores de los intereses de Dios en el mundo.
San Miguel es el fiero defensor de Dios. La narración del Apocalipsis nos lo muestra expulsando a satanás de los dominios de Dios, al gran traidor y padre de la mentira que osó rebelarse contra un Dios tan bondadoso. Encendido de celo por el Señor blandió la espada y arrojó a todos los obradores de iniquidad al único lugar en donde pudiesen soportar su soberbia y su rebelión. Por eso san Miguel es en quien el cristiano halla el mejor baluarte para defenderse de las asechanzas demoníacas y gran modelo de fidelidad a Dios. De él hemos de aprender el celo por las cosas de Dios, celo que consume de pasión y que lleva a una acción inmediata, tajante, sobre todo cuando Dios se está viendo ofendido por sus enemigos que incitan sin cesar a la rebelión y desunión.
San Gabriel quizás fue el más afortunado de entre todas las criaturas celestes. A él siempre lo mandaron a dar mensajes. A él le tocó dar el mensaje más hermoso jamás oído a la criatura más hermosa jamás vista. Hablar de él lleva irremediablemente a la contemplación de la Toda Pura, Nuestra Madre de cielo, María. Su ejemplo nos debe enseñar a predicar sin miedos los designios de Dios a nuestros hermanos en la fe y, sobre todo, a testimoniar las maravillas obradas por Dios en Ella. Levantemos confiados la mirada a la Madre y pidamos auxilio al arcángel mensajero para ser fieles a la palabra de Dios en el mundo.
San Rafael representa la mano providente de Dios que no se olvida de sus hijos que sufren en el mundo. A él le tocó sanar muchas heridas del cuerpo y, sobre todo, del alma. Por eso es el arcángel que cura, que alivia las penas del alma, que sabe confortar y comprender al que sufre. De él hemos de aprender a ser un consuelo más que un horrible peso, para el hermano que lo necesita. De él, la confianza inamovible en la acción cierta de Dios en el mundo.
De los tres hemos de aprender a saber servir más que ser servidos. Porque los ángeles son ministros de Dios. Y de los tres a estar pendientes de su cierta acción en favor nuestro. ¿Quién sabe si un día cualquiera hemos sido ayudados por un ángel del Señor? 
No cerremos las puertas a nadie, no sea que se las estemos cerrando a uno de estos mensajeros, o más terriblemente, al mismo Señor de la vida y de la historia.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Instrucciones para LA VIDA. . .





Sé como el sol:
levántate temprano
y no te acuestes tarde.

Sé como la luna,
brilla en la oscuridad,
pero sométete a la luz mayor.

Sé como los pájaros,
come, canta, bebe y vuela.

Sé como las flores,
enamoradas del sol,
pero fieles a sus raíces.

Sé como la fruta,
bella por fuera,
saludable por dentro.

Sé como el día,
que llega y se retira
sin alardes.

Sé como el oasis,
Da tu agua al  sediento.

Sé como la luciérnaga,
aunque pequeña emite
su propia luz.

Sé como el agua,
buena y transparente.

Sé como el río,
siempre hacia  adelante.

Y por sobre todas las
cosas...se como el cielo:


La morada de DIOS

Autor desconocido
¡Hermosa día para todos!