A ti hermanita mía y querida. Nuestra gran Gordita, mi hermosa MARÁNGELES CORAZÓN DE AMOR...


Todo lo que en tus pequeños y a la vez grandes 17 años nos diste y enseñaste, es poco para todo lo que me has hecho inspirar y ahora ofrecerte, a través de Ti podré ayudar a muchos que necesitan alegría en vez de tristeza, amor en vez de desamor, esperanza en vez de desesperanza, felicidad y sobre todo Espiritualidad, amor a Dios que nos llena de su Luz para un mejor mañana, y a sus hermosos, sublimes y amorosos Ángeles...

Tu nos enseñaste que el amor es el sentimiento mas grande, puro y fuerte que existe, con él podemos llegar al perdón y donde este él, significa que tendremos Amor... esa tu palabra Mágica!


Que travesía tan grande fue encontrarte porque no importa donde estés, la distancia no nos pudo separar, nos unió nuevamente el Amor... Estoy tan agradecida a Dios y a mis Ángeles, ha sido tan grande y benevolente al permitir nuestro encuentro y permitir a sus dulces Ángeles ser parte de nosotras. Ahora estamos Tu y Yo, aquí en este lugar, inspiradas en ayudar a lo que nos necesiten....., en ese plano maravilloso de Luz, amor y armonía, también hay conexión con los que estamos en la tierra, eres un Ángel enviado... ¡Te amo hermanita mía....., por siempre!!!


Ali.

sábado, 10 de noviembre de 2012

MI FE Y CONFIANZA EN DIOS


mujer rezando

Jesucristo padeció una de las más profundas de las 
crisis por las que alguien puede pasar: 

abandono, maltrato, y ejecución de la forma más vil, 
clavado en una cruz. Sin embargo Jesús, confrontó la 
crisis con una profunda fe y confianza en el 
Dios-que-Salva. Sabe que no lo abandonará, que lo 
sostendrá, que no quedará avergonzado ni confundido y 
que finalmente lo rescatará de la muerte. 
  
Mi vida  no esta exenta de crisis y tribulaciones. 
Mas la confianza  y fe que tengo en tí en estos 
momentos, me ayudan a  salir adelante. 
  
"Tu estas conmigo Señor, y me sostienes para no 
hundirme  por completo en el fango.  Tu estas a mi 
lado Señor  y me rescatas para no caer en las aguas 
profundas. Al abandonarme por completo a ti Señor en 
estos momentos de dificultad, experimento una paz y 
una alegría interior que no puedo explicar, mas es la 
promesa de que no estoy solo y que al final me 
rescatarás". 
  
"El  Señor es quien me ayuda; ¿quién podrá 
condenarme?"—Isaías 50 9

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