LOS ÀNGELES ¿QUIENES SON?

Los Ángeles son espíritus puros, sensibles e inteligentes, no poseen cuerpo, existen en el mundo espiritual que nos rodea, en una frecuencia vibratoria más alta y fina que aquella que aquella que pueda ser captada por nuestros sentidos físicos, generando Luz.

Esto significa que no podemos percibirlos comúnmente, pero ellos si pueden percibirnos a nosotros a totalidad, ya que el nivel de existencia de ellos, abarca y envuelve nuestro nivel de existencia. Su vibración tan elevada está en concordancia con el Amor Divino que emanan, por eso los Ángeles se abstienen de emitir juicios y disfrutan prestándonos su amoroso servicio.

La palabra "Ángel" es el nombre genérico del grupo colectivo de Seres Celestiales, cuyas responsabilidades incluyen la organización armoniosa del universo habitado. El Nombre proviene originalmente de Grecia: Angelos. Luego la asumen los romanos: Angelum, que significa mensajero, enviado o enlace. Se les registra en la historia de la humanidad como Espíritus Celestes creados por Dios para realizar misiones especiales con respecto a la humanidad y a toda Su creación. Son intermediarios entre Dios y los seres humanos, de manera continua y sostenida nos recuerdan nuestra naturaleza espiritual.

Los Ángeles son entidades de luz, "libres de toda materia", su naturaleza totalmente espiritual implica que son libres de todas las limitaciones que lo humano  involucra, por lo tanto su respuesta al Amor de Dios no necesita tiempo ni espacio para recordar, crecer y madurar, como nosotros. Poseen el don de la ubicuidad porque no están confinados dentro de un ‘espacio’, por lo que un mismo ángel puede ser percibido en varios lugares al mismo tiempo.

Son seres inteligentes, capaces de sentir, pero de una especie diferente, existen en una frecuencia vibratoria muy alta, levemente más fina que aquella con la que nuestros sentidos físicos están afinados, es decir hacen vibrar a tal velocidad sus átomos que pasan al estado radiante, generando luz; por eso se les llama Seres de Luz.

Desde los comienzos de la humanidad, los Ángeles han estado presentes, con distintos nombres, en todas las religiones, tradiciones, culturas y creencias; representando a los Mensajeros de Dios. Se considera que fueron creados antes que los hombres, en número no determinado y que son diferentes unos de otros.

Santo Tomás de Aquino señalaba que no solamente cada Ángel es distinto a los demás, sino que constituye por sí mismo, una especie. En las sagradas escrituras son llamados "estrellas de la aurora e hijos de Dios". A lo cual, interpreta Fray Luis de León "estrellas de la aurora porque sus entendimientos, más claros que estrellas, echaron rayos de sí, saliendo a la luz del ser en la aurora del mundo. Y se les llama hijos de Dios porque, entre lo que El crió, es lo que más se le parece en la perfección de su naturaleza".

Hoy,  Ángel es sinónimo de Amor y Protección, y acuden a los hombres como Custodios o como previsores vigilantes. Para unos habitan en el cielo y bajan a la tierra para servirnos, para otros habitan en nuestro interior y algunos piensan que son sólo ideas consoladoras en las que el hombre se apoya.  Pienso que los Ángeles coexisten con nosotros en otros planos, en otras dimensiones que para nuestra mente concreta son difíciles de entender, y que debido a los grandes cambios de la humanidad en estos momentos el mundo angélico es cada vez más visible en la vida de las personas. 

Vivir, conscientemente, con los Ángeles hace de nosotros personas diferentes, ya que nos muestran como es el Ser Esencial que Somos, esa olvidada Chispa Divina que habita en nosotros, y es allí, a habitar dentro de nosotros mismos a donde nos llevan los Ángeles.


TOMADO DE: MENSAJES DE LUZ